La formación de docentes es una tarea permanente que requiere del auxilio de ciencias no solo disciplinares y pedagógicas, también de aquellas como la filosofía que le permite conocer integralmente a quien se educa.
De la ética, la axiología, la sociología, la psicología, las neurociencias y de todo aquel conocimiento que le permita comprender a profundidad el fenómeno educativo.